miércoles, 30 de septiembre de 2015

INSOSLAYABLE ESTADO DE NACIONES 

INSOSLAYABLE ESTADO DE NACIONES 

José Antonio Pérez Tapias

   Quien no lo viera venir es que no quiso mirar. Llegó la afirmación independentista de un alto porcentaje de ciudadanos de Cataluña. Casi el 48 % de quienes depositaron su voto las pasadas elecciones lo hizo a favor de una Cataluña independiente. Luego están los matices, importantes pero secundarios: ese resultado se plasmó en una mayoría de escaños, pero no de votos. Tal "detalle" permitió a muchos respirar más tranquilos, lo cual se vio acompañado por el más minucioso examen de la distribución de votos en el verdadero "día de reflexión", el 28 de septiembre, lunes siguiente a la jornada para elegir diputados al parlamento catalán.
   Buena parte de las conversaciones, y no sólo en Cataluña, sino en toda España, se volcaron desde la mañana a la noche -por supuesto, en los medios de comunicación- en los resultados de los comicios: mayoría independentista, de escaños pero no de votos; ascenso vertiginoso de Ciutadans, como derecha españolista con aires civilizados; socialistas que mantienen el tipo aun perdiendo diputados; Podemos e ICV que se quedan mirando cómo se le escaparon las papeletas; un PP hundido con el salvavidas Albiol; y una CUP que, con su independentismo, su republicanismo y su anticapitalismo hace bailar la llave de la gobernabilidad ante los ojos de todos y las narices de Junts pel Sí. Con un cuadro así, sin embargo, la reflexión apenas va al fondo de la cuestión cuando la mayor parte de los comentarios abundan acerca del futuro de Mas, el hasta ahora presidente de la Generalitat, y en que hará esa mayoría parlamentaria difícil de barajar, pero dispuesta a seguir la hoja de ruta secesionista. 
   No faltan quienes insisten, con su parte de razón, en que tanto atender a la cuestión de la independencia ha hecho que queden en segundo lugar problemas muy reales que afectan a los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña: el paro, los recortes en educación, los problemas de la sanidad pública... Cierto, pero ante ello no cabe decir que eso y sólo eso es lo que interesa a los ciudadanos, cuando casi dos millones de ellos han votado a candidaturas que pusieron en primer plano la cuestión nacional y, más exactamente, la independencia de la nación catalana para constituir un nuevo Estado. Los que se resisten a reparar en el peso político de esos millones de votos son los mismos que insistían en que el carácter de las elecciones era meramente autonómico, y de ninguna manera con pretensión plebiscitaria alguna que pudiera sostenerse. Cierto es que aplicando con rigor el criterio plebiscitario de una mayoría absoluta a favor del sí a la independencia se puede concluir que las elecciones no han arrojado el resultado que esperaban quienes sostenían, con Mas a la cabeza, que tenían dicho carácter; pero el caso es que el hecho político de una abrumadora mayoría de voto independentista es ineludible. Políticamente no se puede -no se debe- prescindir de él.
   Es verdad que el mensaje de la independencia emitido por esa mayoría en las urnas se ve contrapesado por el hecho de que el 52 % del electorado no ha votado independencia. Tal porcentaje, de suyo, no propicia una declaración unilateral de la misma, aunque no todos los no independentistas están en la misma posición: una buena parte lo ha hecho incluyendo en su opción el derecho a decidir, otros se inclinan por la posición socialista en torno a una reforma "federalizante" de la Constitución, los electores de Ciutadans avalan un españolismo reciclado y los votantes del PP, un españolismo inmovilista que no se libra de ser percibido como anticatalanista. 
   Como quiera que sea, es evidencia política incontestable que la actual inserción de Cataluña en el Estado español y, por tanto, este mismo Estado, se ven fuertemente deslegitimados en su actual orden constitucional. Su crisis es patente y conlleva el anuncio de que el Estado no puede seguir con el diseño autonómico que ha tenido hasta ahora, a pesar de sus frutos. Remitir la cuestión a una reforma superficial de la Constitución que habrían de votar todos los españoles, sin tener en cuenta la especificidad de esa deslegitimación en Cataluña, podría ser viaje a un nuevo callejón sin salida. Evitar eso era una de las ventajas de la propuesta de consulta legal a la ciudadanía catalana para que se pronunciara sobre su preferencia en cuanto a la relación de Cataluña con el Estado español, consulta que sigue siendo pertinente plantear. Es a partir de ahí como se puede empezar a pensar una reforma constitucional que en definitiva ha de dar los pasos necesarios para realizarse como proceso constituyente, dada la envergadura de los cambios necesarios -hasta Miquel Iceta dice, desde el PSC, que debe incluirse en la Constitución el reconocimiento de Cataluña como nación- y la gravedad de una crisis que exige reconstruir el pacto constitucional sobre nuevas bases.
   Dicho en términos coloquiales actualmente al uso, hay que resetear el Estado español para hacer de él, en los términos de un federalismo consecuente con nuestra realidad política de pluralidad nacional, un Estado de naciones. Eso significa acometer lo que no se ha hecho hasta ahora para resolver la "cuestión de las naciones" que nos viene dada por nuestra historia, lo cual supone en primer lugar reconocerlas como tales. Y a partir de ahí, articular un verdadero pacto federal, que genere lealtad constitucional sobre nuevas bases. Desde ellas es como se puede abordar después lo relativo a redistribución de cargas y beneficios con políticas de cohesión federal y solidaridad entre territorios, los cuales, reconocidos en sus diferencias, no tienen por qué albergar desigualdades de derechos en lo que se refiere a los ciudadanos y las ciudadanas.
   Ir a un Estado de naciones -plurinacional, por tanto- no es ninguna quimera malamente desiderativa, sino la solución de convivencia democrática que se vislumbra para el Estado español. Sí es cierto que para ello hay que dialogar mucho y debatir a fondo hasta buscar los puntos de encuentro entre quienes quieran vivir juntos. Ha de saberse que condición para ese diálogo es, entre otras, que los interlocutores vayan al mismo respetándose en sus identidades nacionales, lo cual significa que, al ser diversas, es obligado relativizarlas, sin menospreciar ninguna y sin elevar alguna a dominante sobre las demás. Eso implica que de una vez se desacralice el concepto de soberanía que normalmente se esgrime en los discursos políticos, una soberanía mitificada que refuerza la dogmática que al respecto conservan los textos jurídico-políticos. Devuélvase la soberanía, sin mitos, y la que en verdad quede, a los ciudadanos como sujetos políticos, para que cuando y como sea oportuno se pronuncien sobre propuestas viables para el futuro de un Estado de naciones. ¿Y por qué, incluso, no pueden ser Estados esas naciones dispuestas, como entidades políticas, a pactar en torno a una seria propuesta federal? No sólo hay que atreverse a pensar, sino a actuar, so pena de que los acontecimientos nos sobrepasen a todos. Si el socialista Anselmo Carretero ya hablaba desde su exilio mexicano de reconocer esa pluralidad nacional, el poeta Joan Maragall, desde Cataluña, también lo hizo sobre el "ideal federal" que podía aglutinar a los pueblos de España. Son dos buenas referencias para avanzar en serio hacia un Estado federal plurinacional en el que nadie tenga por qué verse llevado a decir "adéu".

Publicado en Contexto y Acción  ctxt.es  el 29 de septiembre de 2015

MANOLO MATA*: “LA BATALLA DEL 9 D’OCTUBRE DEBE DE SER LA FINANCIACIÓN”

MANOLO MATA*: “LA BATALLA DEL 9 D’OCTUBRE DEBE DE SER LA FINANCIACIÓN”
El portavoz socialista en Les Corts, Manolo Mata, ha reiterado hoy que el único debate que los valencianos pueden tener de cara a las celebraciones es el de la “financiación, financiación y financiación” puesto que, tal y como ha señalado, “tenemos que ser capaces de crear el problema valenciano en Madrid porque nosotros tenemos también la solución valenciana”. En este sentido, Mata ha lamentado que el PP “no haya entendido la necesidad de ir unidos y con una única voz frente a esta reivindicación y haya querido desviar la atención del próximo pleno monográfico con otras cuestiones que nada tienen que ver” en referencia a la iniciativa sobre la unidad de España presentada por la formación.
En cualquier caso, el dirigente socialista ha valorado “muy positivamente” la comunicación sobre financiación que el Consell ha presentado a Les Corts de cara a la celebración del pleno del día 6 de octubre y ha incidio en que “no sólo es muy intensa en contenido, sino que también hace un análisis muy profundo y concreto de cuál es nuestra situación y lo que deberíamos reivindicar”. Además, Manolo Mata ha confirmado que por la tarde se abrirá un turno de propuestas de resolución “donde confiamos que queden plasmadas todas las reivindiaciones de la sociedad civil valenciana para que podamos celebrar la festividad de la comunidad como una comunidad fuerte y unida como hacía años que no sucedía”. “La batalla de la financiación no es sólo del president, debe de ser también del resto de fuerzas política, de empresarios, sindicatos, universidades y de todos los valencianos para que consigamos entre todos la solución valenciana que nos merecemos”.
“Una comisión trasnparente y alejada de aleccionamientos”
Preguntado por la constitución de la Comisión de Investigación del Accidente de Metro, Manolo Mata ha agradecido el trabajo de todos los grupos “excepto del PP” para sumarse a la propuesta de apertura de esta comisión y ha incidido en que “frente al paripé y a la vergüenza que supuso la comisión de investigación de agosto de 2006, ahora en lo que estamos trabajando es en una comisión transparente, alejada de aleccionamientos de los ponentes y que dignifique y aclare de una vez lo sucedido”. En este sentido, Mata ha considerado “imprescindibles” las comparecencias tanto del expresidente del Consell, Francisco Camps, como del entonces conseller de Agricultura, Juan Cotino. “No hay nada que les impida en sus actuales cargos comparecer ante la comisión para explicarnos por qué supuestamente se aleccionaban a los comparecientes para que dieran una versión común de los hechos, por qué Camps dio orden a Canal 9 de intentar minimizar el que ha sido uno de los accidentes ferroviarios más graves de Europa o por qué el exconseller de Agricultura iba ofreciendo puestos a las víctimas”, ha señalado Mata antes de incidir en que sus cargos y actuaciones hacen que su comparecencia “debería de ser obligada”.
En cualquier caso, Manolo Mata ha apuntado que ahora lo que se ha abierto es un periodo de reflexión en el que los grupos están diseñando “conjuntamente y con muchos acuerdos” el plan de trabajo de la comisión y estudiando las posibles comparecencias y ha reiterado que “sin embargo, la que no vamos a aceptar desde el PSPV es la de la jueza que archivó y luego reabrió el caso”. “Los jueces solo pueden hablar por sus decisiones y autos judiciales y el CGPJ les impide ir a las instituciones y los parlamentos a hablar de por qué han adoptado unas decisiones y no otras”, ha recordado Mata, quien ha señalado que si la cuestión se mantiene “pediremos amparo al CGPJ para que sean ellos quienes expliquen por qué los jueces no pueden comparecer para dar explicaciones sobre sus autos ante un parlamento”.
*Manolo Mata es portavoz del grupo socialista del Parlamento valenciano y miembro de Esquerra Socialista-PSPV
29/09/2015 | elperiodic.com  

VOLKSWAGEN Y LA INDUSTRIA DEL AUTOMÓVIL: DEL BLOQUEO A LOS ENGAÑOS

 VOLKSWAGEN Y LA INDUSTRIA DEL AUTOMÓVIL: DEL BLOQUEO A LOS ENGAÑOS

Ecologistas en Acción**

 Al hilo del escándalo Volkswagen, Ecologistas en Acción llama la atención sobre la estrategia que ha seguido la industria automovilística mundial, en particular, la europea, y dentro de esta, la alemana: bloquear y retrasar en lo posible las medidas que reducen los impactos de los automóviles, tanto en lo referido a emisiones tóxicas para la salud como a las que provocan el cambio climático. Estos daños han sido asumidos y costeados por el conjunto de la sociedad. Ahora, además, se hace evidente que, tal y como muchas organizaciones llevamos tiempo denunciando, nos han estado engañando a costa de nuestra salud y la del planeta
 Las normativas de control de emisiones de los automóviles se realizan con un doble fin: limitar sus emisiones de gases tóxicos, perjudiciales para la salud (partículas, óxidos de nitrógeno, etc.), y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (sobre todo dióxido de carbono, CO2) que están provocando el cambio del clima.
 Para ambos problemas, la contribución de los automóviles es enorme y la resistencia de la industria europea, asociada en ACEA, también ha sido férrea, tratando de evitar o retrasando cambios normativos que limitaran estas emisiones, cuando no reducirles su ambición.
 Fijándonos en las emisiones que provocan problemas de salud, la contribución del tráfico en algunas ciudades puede suponer hasta un 80% de esta contaminación. Y el problema es gravísimo: los últimos estudios cifran en 450.000 el número de muertes prematuras anuales en la UE por la mala calidad del aire, lo que a su vez tiene un coste disparatado, que asume toda la sociedad, no la industria del automóvil. Efectivamente, según el reciente informe de la OMS de marzo de 2015, "Economic cost of the health impact of air pollution in Europe" (http://www.social-sante.gouv.fr/IMG/pdf/Economic-cost-health-impact-air-...), el coste por las muertes prematuras en la UE atribuibles a un solo contaminante emitido sobre todo por los vehículos diésel, las partículas, supera los 38.000 millones de euros cada año.
 Sin embargo, las normas que ponen coto a estas emisiones, como el estándar Euro 6, en vigor desde septiembre de 2014, han sufrido el bloqueo y la resistencia de los fabricantes de automóviles para retrasar en lo posible su aplicación, así como reducir su alcance. Y esta resistencia ha sido especialmente intensa en el caso de las marcas alemanas, que son las que fabrican vehículos más potentes y, por tanto, más contaminantes.
 Pero, ahora, se hace evidente lo que vienen denunciando desde hace años organizaciones como Transport & Environment (T&E), federación a la que pertenece Ecologistas en Acción: que no solo intentan bloquear la normativa, sino que, una vez aprobada, hacen trampas. Así recientemente T&E puso en evidencia que, pese a haber pasado las pruebas de laboratorio, un Audi A8 diésel en carretera producía emisiones de óxidos de nitrógeno 21,9 veces por encima del límite legal, un BMW X3 diésel 9,9 veces; un Opel Zafira Tourer, 9,5 veces, y un Citroën C4 Picasso, 5,1 veces. A la vista de estos datos, que ahora escandalizan en el caso de Volkswagen, no es de extrañar que pese a las promesas tecnológicas nuestras ciudades sigan teniendo serios problemas de contaminación del aire y que las medidas basadas en limitar el uso de los coches más viejos que a menudo se propugnan no funcionen: lo único eficaz es reducir el número de coches en circulación.
 Una situación equivalente es la que nos encontramos en lo referente a las emisiones de CO2, que provocan el cambio climático. El transporte es el sector que más gases de efecto invernadero emite en España, un 24% del total. La carretera se lleva la mayor parte de estas emisiones y, dentro de esta, los automóviles son responsables de la mayor proporción.
 El objetivo europeo dice que en 2015 las emisiones medias de todos los vehículos vendidos por cada fabricante no deben superar los 130g de CO2 por kilómetro recorrido, algo a lo que, nuevamente, los fabricantes (sobre todo alemanes y franceses) se resistieron con tenacidad. Y una vez más, existe una gran diferencia entre las promesas y la realidad, entre las declaraciones de los fabricantes en los laboratorios y el uso de los coches en calles y carreteras: las emisiones reales a menudo superan con creces el 50% más de lo declarado, también a partir de los controles de T&E. La industria se ha opuesto también a la puesta en marcha de los test llamados Real Driving Emissions (RDE), realizados en condiciones normales de uso, por razones obvias.
Ecologistas en Acción se pregunta cómo es posible que una organización como T&E pueda realizar estos controles y estudios y, sin embargo, no los realice de manera sistemática e independiente ningún organismo europeo. Cómo se confía en los datos que facilita una industria que lleva años dando pruebas de que su principal afán es el lucro a costa de lo que sea. Cómo es posible que financiemos y apoyemos un sector que, además de provocar graves costes externos al resto de la sociedad, nos engaña a costa de nuestra salud y la del planeta.
Desde luego, para Ecologistas en Acción el caso Volkswagen pone en entredicho la independencia de las instituciones europeas de la gran industria y el gran capital, por no hablar de clara connivencia. Este asunto era un secreto a voces desde hace años, pero solo se ha destapado por la actuación de las autoridades de EE UU.
**Ecologistas en Acción es una confederación de más de 300 grupos ecologistas distribuidos por pueblos y ciudades. Forma parte del llamado ecologismo social, que entiende que los problemas medioambientales tienen su origen en un modelo de producción y consumo cada vez más globalizado, del que derivan también otros problemas sociales, y que hay que transformar si se quiere evitar la crisis ecológica.

27/09/2015

LAS MENTIRAS DE VOLKSWAGEN

LAS MENTIRAS DE VOLKSWAGEN

 John Vidal*  

El mayor fabricante de coches está implosionando. Ha dimitido su presidente ejecutivo. Han empezado a reunirse los abogados, el precio de las acciones se ha desplomado y hoy los ministros británicos han anunciado su propia investigación sobre las emisiones y pruebas de automóviles. Las dimensiones del engaño de Volkswagen a la opinión pública son enormes. Manipularon 11 millones de coches que, en conjunto, pueden haber emitido hasta un millón de toneladas extra de un gas tóxico que mata a más de  23.000 personas cada año sólo en Gran Bretaña.
Pero supondría un grave error centrarse aisladamente en Volkswagen. La realidad es que los fabricantes europeos de automóviles explotan deliberadamente la laxitud de las pruebas de emisiones. Es un buen negocio, pero mala ética. El llamado “mecanismo de derrota” de VW instalado en el ordenador para identificar cuando se le están haciendo pruebas a un vehículo no es más que el modo más sorprendente y de mayor tecnología descubierto hasta ahora para permitir que los gobiernos no se tomen en serio la contaminación.
He aquí algunos de los métodos que pueden utilizar los fabricantes de automóviles. Vas a un laboratorio de pruebas de un gobierno europeo amigable, en el que todo el mundo está en el secreto y donde le hacen luego docenas de ajustes que son pequeños, pero en conjunto, significativos para que se conduzca con mayor eficiencia en el banco de pruebas. Pueden tapar con cinta adhesiva los huecos de puertas y rejillas para minimizar la resistencia del aire al coche, alterar la alineación del volante, ajustar neumáticos especiales y sobreinflarlos, usar marchas más elevadas para permitir que el motor funcione de un modo más eficiente que el normal, desconectar el alternador para reducir el uso de energía o ajustar las almohadillas de frenado. O dejar de recargar la bacteria del coche, acaso, para ahorrar energía, probarlo a temperaturas irrealmente elevadas y sobre pistas de prueba superdeslizantes, desconectar todos los accesorios que chupan energía, como los asientos con calefacción y el aire acondicionado,  los sistemas de navegación y de medios, o probar los coches en altura. 
En conjunto, estos trucos del negocio del automóvil deberían incrementar el ahorro de combustible de un automóvil y rebajar los niveles de contaminación de los gases de  dióxido de carbono (CO2), del hollín o de su dióxido de nitrógeno tóxicos (NO2) en cerca de un 10-20%. Podrían utilizar lubricantes especiales y minimizar el peso del coche. Es bastante legal y ningún gobierno europeo se lo impedirá. Pero no lo dudemos, supone un engaño y afecta directamente al aire que respiramos. Estamos locos si nos atenemos a las estadísticas y garantías que no cuentan para nada. Cuando quienes realizan pruebas independientes, grupos de investigación como Transport and Environment (Transporte y medio Ambiente), con sede en Bruselas, y las páginas digitales de automóviles piden a los conductores que controlen el uso de combustibles y el kilometraje, encuentran disparidades en el ahorro de combustible de hasta un 30% y emisiones de NO2 de tres a cinco veces más elevadas que las de los resultados de las pruebas oficiales. Hasta en el caso de los coches diesel más nuevos, más robustos de la normativa Euro 6, a los que se les ha dado bombo de “ultralimpios” por parte del sector, se ha descubierto que son bastante menos eficientes en carretera de lo que sugieren las cifras oficiales.
El problema técnico es que a los fabricantes de automóviles se les ha dicho que han de conciliar varias ambiciones medioambientales distintas. Para poder vender un coche, quieren incrementar el ahorro de combustible, pero también han de reducir sus emisiones de CO2 para prevenir el cambio climático, y limpiar los gases de NO2 del tubo de escape que envenenan a la gente. Es casi imposible químicamente hacerlo todo.  Mejórese una cosa y probablememente se empeorará otra.
Pero los gobiernos europeos han priorizado una reducción en las emisiones del clima y han incentivado el sector del diesel con umbrales fiscales y precios de combustible más bajos para los coches que emitan una cantidad significativamente menor de CO2. El resultado es que millones de personas han comprado diesel creyéndose el bombo que le dan el sector y los gobiernos de que son mejores para el planeta que los coches de gasolina. Pero lo más cruel que hizo el sector fue cabildear ante la Comisión Europea y los gobiernos nacionales para debilitar y retrasar la adopción de pruebas más estrictas de emisiones. La reglamentación más estricta sobre diesel, denominada Euro 6, se propuso hace ocho años y está destinada a asegurar que todos los coches europeos se prueben en carretera, en lugar de en condiciones de laboratorio. Pero los fabricantes de automóviles, respaldados por los gobiernos, se han asegurado de que estas nuevas pruebas no entren en vigor hasta 2017 lo más pronto.
Cada mes que retrasan su introducción, los fabricantes de coches van sumando a las 400.000 muertes prematuras y a incontables enfermedades respiratorias, cardiacas y demás, que son consecuencia de la contaminación del aire en Europa. Se conocen los riesgos y los fabricantes porfían ajenos al daño que se produce, decididos a seguir engañando a la opinión pública. Si se salen con la suya, las nuevas pruebas europeas no se realizarán al azar, se llevarán a cabo solo en zonas urbanas – pese a los altos niveles de contaminación que producen los coches en las autovías – y todas los coches en  pruebas conducirán por rutas conocidas con conductores adiestrados para minimizar la contaminación.
Lo que resulta más importante es que se ajusta a un patrón. Los gobiernos han cerrado los ojos a los engaños, lo que ha arruinado la legislación efectiva sobre contaminación del aire. Hasta que no se arrastró a Gran Bretaña al Tribunal Europeo de Justicia, y luego al Tribunal Supremo, gracias a abogados medioambientalistas, no tenía esta previsto cumplir en Londres los límites legales de gases tóxicos de NO2 hasta 2030, casi 25 años después de que se ordenara su aplicación por primera vez desde Europa.
Ahora, el gobierno británico afirma que pretende cumplir con los límites en Londres para 2025 y en otras ciudades para 2020. El escándalo de VW causa consternación, pero el panorama general muestra la colusion de los fabricantes europeos de automóviles y los gobiernos europeos a lo largo de una generación para engañar y perjudicar a su población. No solo no han conseguido reducir las emisiones climáticas sino que han garantizado también que toda una generación respire aire gravemente contaminado. Los altos níveles de óxido de nitrógeno permanecerán en las ciudades durante decenas de años, y dado que los coches diesel tienen una vida útil de cerca de 16 años, cuando esos coches envejezcan, es probable que acaben exportados a ciudades africanas y asiáticas. Luego contaminarán a la gente más pobre de la Tierra.
VW, como BP en el Golfo de México, Shell en Nigeria y muchos otros bárbaros medioambientales, tratará de limitar el daño de esta semana y volver a la situación de costumbre. Los gobiernos se escabullirán también, porque son cómplices. Pero hay muchas cosas que pueden hacer, como prohibir todos los vehículos diesel en el centro de las ciudades e introducir de inmediato la normativa Euro 6. Los fabricantes de coches podrían sólo enmendarse centrándose en vehículos eléctricos o de hidrógeno, que emiten poca cosa más perjudicial que el agua y podrían, por tanto, prevenir millones de enfermedades. Informados acerca de las dimensiones de sus engaños, debemos obligarles a actuar.

*John Vidal dirige la sección de Medio Ambiente del diario británico The Guardian y es autor de McLibel: Burger Culture on Trial [McLibelo: la cultura de la hamburguesa en el banquillo] (1998), además de haber colaborado en numerosos libros sobre temas tan diversos como la Guerra del Golfo, la nueva Europa y el desarrollo.

The Guardian, 24 de septiembre de 2015

lunes, 28 de septiembre de 2015

"EN LOS PROCESOS DE DESINTEGRACIÓN NO SIEMPRE DECIDEN LAS MAYORÍAS"

Lectura  recomendada
"EN LOS PROCESOS DE DESINTEGRACIÓN NO SIEMPRE DECIDEN LAS MAYORÍAS"
Iván Krastev , politólogo, entrevistado por  Miguel Mora 
Ivan Krastev (Lukovit, Bulgaria, 1965) es experto en crisis de las democracias, movimientos sociales y desintegración de imperios / estados. Presidente del Centro de Estrategias Liberales de Sofía y profesor del Instituto de Humanidades de Viena, estudió a fondo el hundimiento de la Unión Soviética y el de Yugoslavia, y en los últimos tiempos ha teorizado sobre la disrupción y desconfianza en las democracias ('Democracy Disrupted. The Global Politics on Protest', UPenn Press, 2014), sobre la rebelión de las élites y la desintegración de la Unión Europea.
Aunque piensa que la UE "no puede permitirse volver al pasado" y no se deshará, Krastev advierte de que Europa sufre síntomas alarmantes de desintegración, y subraya que es una posibilidad que no se puede descartar, “porque esas cosas suceden muy deprisa y cuando menos se esperan”. Añade que habrá que estar “muy atentos a lo que haga Alemania, porque los grandes proyectos políticos no se desintegran por la periferia, sino desde el centro”, y recuerda que no es necesario que una mayoría quiera desintegrar un Estado para que eso suceda: "A veces basta con que haya minorías activas hablando de ello".
Krastev está estas semanas impartiendo clases como profesor visitante en Columbia y Washington. Desde allí responde durante una hora por Skype a las preguntas de CTXT. La entrevista empieza con las elecciones catalanas.
- Cataluña vota el domingo, 27 de septiembre, en unas elecciones planteadas como un plebiscito. ¿Cree que hay un riesgo real de que España se rompa?
Es mucho más difícil ver desde fuera si un país camina o no hacia la desintegración. Pero algo importante ha pasado, y se refiere a la Unión Europea como un todo, no solo a España. Hay un libro muy conocido sobre la Europa de la posguerra mundial, titulado The European Rescue of the Nation-State. El relato de Alan S. Milward afirmaba que, durante los años 50, 60 y 70, las naciones deslegitimadas por la II Guerra Mundial se relegitimaron a través de la Unión Europea. Creo que esto empezó a cambiar en los últimos diez años, en parte porque las ideologías del nacionalismo fuerte perdieron atractivo, pero sobre todo porque se impuso la doctrina económica liberal. Al darse cuenta de que realmente no había alternativa, la gente empezó a mirar qué otras cosas podía cambiar. Esa es una de las paradojas del paquete de austeridad aplicado en España. El mensaje fue: "No hay alternativa, y si queréis seguir en la UE debéis aplicar estas políticas". Así que Cataluña, que es una región rica, ha dicho: “De acuerdo, pero si eso es todo lo que ofrecéis, preferimos hacerlo solos”.
- ¿Y este caso se inscribiría en lo que se ha llamado “la rebelión de los ricos”?
Esto mismo pasó antes en el norte de Italia, en la Padania; y ahora está pasando en Cataluña. Al menos, de forma retórica. La actitud es: ya no queremos compartir más nuestra riqueza. Antes eran los pobres los que pensaban que iban a vivir mejor solos; ahora son los ricos. Escocia no es la parte más rica del Reino Unido, pero también creen que estarán mejor solos porque su política sería muy distinta de la que hace el Gobierno británico. El asunto es intrigante, porque estas regiones asumen que van a separarse de su estado pero quieren seguir siendo parte de la UE. Y es raro, porque la actual crisis de la UE no ofrece respuestas a esos países. ¿Es imaginable que Cataluña pueda funcionar sola mientras la UE se desintegra? Lo que hay que entender es que la retórica separatista funciona porque una de las consecuencias del “no hay alternativa” es el auge de las políticas identitarias. No sé hasta qué punto la crisis de los refugiados cambiará el cálculo de la gente sobre esto. Pero lo cierto es que solo hay una cosa mejor que ser independiente: mantener la retórica de la independencia.
- ¿Es imaginable que Cataluña pueda funcionar sola mientras la UE se desintegra?
Da votos y no obliga a casi nada...
Tiene muchos menos riesgos, por supuesto. En el momento actual, nadie puede prometer a Cataluña ni a ninguna otra región que si se separa de su Estado podrá volver fácilmente a la Unión Europea. Las cosas han cambiado mucho y ya nadie puede asegurar eso.
- En Cataluña los independentistas nunca han sido más del 40% y su Gobierno nunca ha sido separatista. ¿Asistimos a un teatro o a un pulso real?
El problema es que cuando alguien habla insistentemente de algo, ese algo puede suceder aunque casi nadie lo quiera. Por supuesto, probablemente hay una parte de teatro; el problema es que la línea entre el teatro y la realidad es una frontera muy fina en la política actual.
 En España las encuestas señalan que la mayoría no quiere la secesión, pero a menudo son las minorías activas las que impulsan esos cambios
- ¿Qué síntomas anuncian la desintegración de la UE? ¿Se parecen a los que precedieron al hundimiento de la Unión Soviética?
Hay al menos cuatro experiencias que debemos tomar en serio. Tres o cuatro años antes de 1991, los mejores sovietólogos de Estados Unidos declararon que una hipotética desintegración de la URSS era muy improbable, dada la gran interdependencia de su economía y sus infraestructuras. Y pese a todo, ocurrió. Desde ese punto de vista, cuando una fractura parece impensable aumenta el riesgo de desintegración. Creo que, pase lo que pase, la UE va a sobrevivir, probablemente haciendo cambios muy radicales en su naturaleza política. Pero pensar que una cosa es irrompible aumenta los riesgos de que esa cosa se rompa. La segunda experiencia de la que podemos aprender es que los economistas nunca aciertan a adivinar lo que pasará. Los economistas siempre creen que sucederán cosas racionales. La desintegración de la URSS y de Yugoslavia, desde ese punto de vista, no era posible. Cuando entramos en momentos tan inestables, la racionalidad económica no cuenta. La tercera cosa que debemos tener presente es que la desintegración no es un plan sino un accidente. En la URSS no había una mayoría que quisiera la desintegración en 1991, pero la gente que pensaba un año antes que aquello no era posible, un año más tarde empezó a pensar que era inevitable. Hay que entender que en estos procesos no siempre deciden las mayorías. En España las encuestas señalan que la mayoría no quiere la secesión, pero a menudo son las minorías activas las que impulsan esos cambios.

La desintegración no es un plan sino un accidente. En la URSS no había una mayoría que quisiera la desintegración en 1991, pero la gente que pensaba un año antes que aquello no era posible, un año más tarde empezó a pensar que era inevitable
- ¿El cuarto síntoma?
Es un hecho que los grandes proyectos políticos nunca se desintegran desde la periferia. Grecia no puede desintegrar a la UE. Puede irse, pero eso no la desintegraría. Normalmente, es el centro quien decide eso. Fue Rusia la que desintegró la URSS. Fue Yeltsin el que básicamente decidió que estarían mejor solos. Por eso es extremadamente importante ver qué hace Alemania. Estamos viviendo cuatro crisis simultáneas en la UE, y en todas ellas Alemania tiene un papel crucial. La primera es la eurozona: ¿quiere Alemania estabilizar el euro a costa de cubrir el riesgo de todos los demás? Después está la crisis de Rusia y Ucrania. En la crisis del euro Alemania ha encontrado soluciones que han beneficiado a su economía. En la de Ucrania ha sufrido grandes daños económicos por intentar demostrar su liderazgo y para contentar a los estados del Este, sobre todo a los bálticos y a Polonia. Ahora, con la crisis de los refugiados, Alemania va a acoger a más gente que nadie. Pero, cuando ha pedido ayuda, los países del Este la han dejado tirada. Muchos en Berlín se habrán sentido traicionados, y algunos dirán "¿qué interés tiene esto para nosotros?".
- ¿La cuarta crisis es la amenaza de salida del Reino Unido?
Si Londres decide salir de la UE, es dudoso que Alemania siga queriendo liderar una UE pequeña y provinciana. Para intuir qué pasará tenemos que ver qué hace Berlín y saber qué ocurre con los perdedores de la crisis. La UE ha presionado mucho a Grecia para imponer el tercer rescate, y en teoría parece haber triunfado. Ahora habrá que ver qué hace Grecia con su política exterior. ¿Será solidaria con las sanciones a Rusia? ¿Será leal a Berlín? La UE en este momento es como un malabarista con cuatro naranjas en el aire, y si una se cae...
- Y entre tanto, el método comunitario ha sido destruido.
La Comisión Europea ya no tiene poder porque las naciones y las relaciones entre los socios han cambiado mucho. La crisis del euro ha dado alas a la izquierda radical que se opone a las políticas de austeridad. En Grecia se ha demostrado que cambiar la política económica es imposible, que fuera del euro hace más frío que dentro y que lo más prudente es aceptar las condiciones de los acreedores. Y por cierto este es otro gran factor de riesgo para la UE: la relación entre estados iguales ha sido sustituida por la relación entre acreedores y deudores. Ahora es completamente desigual, ya no es una relación entre socios: el poder es asimétrico. Tú me debes dinero, así que aplicas mis políticas. El intento de Syriza ha quedado abortado, por el momento. Tsipras se ha sometido a sus acreedores. Ahora habrá que ver qué pasa en España. Podemos parece pensar que la élite española es peor que la europea, mientras Syriza pone el foco en Europa --y por eso pacta con los nacionalistas.
- Al otro lado tenemos a Viktor Orbán, y al norte a los Auténticos Finlandeses. ¿No le parece más peligroso para la UE el auge de la extrema derecha?
La crisis de los refugiados favorece el avance de la extrema derecha: como no podemos cambiar la política económica, cambiemos las fronteras. Además tenemos un problema demográfico grave. En muchos países pequeños del Este, la población está vieja. Y algunos mantienen una sospecha histórica contra el Islam. Bulgaria, por ejemplo, formaba parte del Imperio Otomano. Su nacionalismo se construyó en buena medida contra el Islam. Algunos de esos miedos son comprensibles: una anciana búlgara se siente inmigrante sin salir de casa, oye lenguas que no entiende, tiene miedo de que se acabe el sistema de bienestar… Esa presión llevará a la extrema derecha a robar muchos votos a la izquierda tradicional y a reivindicar las fronteras con la excusa de mantener el bienestar. Hay algunos datos importantes. Tras las elecciones europeas, una encuesta de IPSOS en 14 países estableció algunas diferencias entre los menores de 35 años y el resto. Para los más jóvenes, el género, la homosexualidad, no es un problema. Pero cuando les preguntan por la inmigración, no hay diferencias entre generaciones. Los jóvenes sin trabajo perciben la inmigración como una amenaza. Esta crisis puede cambiar muchas cosas en las políticas nacionales en muchas direcciones distintas. El este y el oeste reaccionan de forma diferente a la llegada de los refugiados. En occidente hay una onda de simpatía, y en Noruega el partido anti-inmigración ha perdido seis puntos; pero en otros países el rechazo no deja de crecer. ¿Cómo va a manejar la UE a la extrema izquierda y a la extrema derecha? Hasta ahora los dos extremos habían sido excluidos de los gobiernos. Durante 50 años. Pero ese modelo ya no aguanta. El juego va a cambiar. Y algunos países recién llegados no saben qué se puede y qué no se puede hacer en la UE. Si un solo país se opone a las decisiones de la UE, hasta ahora no utilizaba el veto, era como un botón nuclear. Pero muchos recién llegados no saben eso…
- ¿Orbán, por ejemplo?
Si los electorados presionan mucho, esos gobernantes populistas pueden llevar a la UE a un bloqueo total. Hasta ahora nadie ha querido enfrentarse a Bruselas ni declarar la guerra a Alemania. Pero criticar a Bruselas se ha convertido en la razón de ser de algunos Gobiernos. El populismo, la política de la protesta, debe tener su sitio en democracia; a menudo esos partidos intentan cambiar un sistema de partidos que se ha corrompido o alejado de su función democrática, y presentan propuestas útiles para mejorar la vida de la gente. En los estados-nación es menos peligroso, pero si esos partidos dominan la UE puede ser una bomba. En Grecia, por ejemplo, Syriza ha sido una buena noticia. El sistema griego estaba tan podrido, tan corrupto, que la limpieza era necesaria. El problema es cómo se juega ese partido en la UE. Y eso aumenta mucho el riesgo de ruptura. ¿Marine Le Pen quiere realmente sacar a Francia de la UE? ¿En qué favorecería eso a Francia? Le Pen es una tipa lista, y seguramente no quiere que Francia salga de Europa, como el Gobierno catalán. Pero se aprovecha de la retórica antieuropea. La gran paradoja es que las nuevas generaciones son mucho más europeístas que las anteriores. Adenauer y los demás fundadores defendían los estados-nación. Ahora los gobernantes son más europeístas, incluso en su forma de vivir y de moverse. Pero su lenguaje, incluso su lenguaje corporal, es cada vez más antieuropeo.
- Y Bruselas se lleva todas las culpas, aunque el poder está en Berlín.
Bruselas es cada vez más débil; antes era una especie de guardería institucional, el lugar donde residía el poder administrativo, si no el político. Ahora si te invitan a dar una conferencia en Bruselas y en Berlín, todo el mundo opta por Berlín, si puede elegir. Sabes que tus argumentos serán escuchados donde se toman las decisiones. Hasta la crisis financiera, la UE era una máquina de convergencia. Antes de la crisis, entrar en la UE siendo un país pobre significaba que disminuiría la distancia con los países ricos. Con la crisis, las distancias entre España, Portugal y Grecia con Alemania se han agrandado. La convergencia era una buena parte de la legitimidad de la UE. Pero los nuevos países, las nuevas generaciones, no conocen ni recuerdan los valores fundacionales de la UE. La paz se da por hecha. La prosperidad, en cambio, ya no funciona como reclamo: el 60% de los europeos creen que sus hijos vivirán peor que ellos. Tristemente, antes pensábamos que el futuro era nuestro, que el modelo europeo sería universal. Ahora sabemos que es excepcional. En cuanto a la soberanía, no solo países autoritarios como China, sino también democráticos como India, Brasil o EEUU caminan en otra dirección. Y, además, somos pequeños. La demografía dice que en 2040, los europeos seremos el 5% de la población mundial. No sabemos qué nos deparará el futuro. Antes éramos el centro del mundo. En Bulgaria, entre 1913 y 1920, había medio millón de refugiados en países cercanos. Cuando volvieron, hubo un alto nivel de solidaridad aunque el país era muy pobre. Ahora nos preguntamos ¿por qué vienen los inmigrantes a Europa? ¿Por qué no vamos nosotros allí?
 Ahora sabemos que todo es posible, incluso que VW mienta como una pequeña empresa griega
- Hablemos de Volkswagen. Ha muerto un mito empresarial europeo. ¿Es solo un asunto económico o es también un hecho político?
Es un hecho altamente simbólico. Hemos hablado de los alemanes buenos y de los alemanes malos, pero nunca habíamos hablado de los alemanes tramposos. Era una empresa muy respetada, no sé qué pasó exactamente pero mi impresión es que ha sucedido algo muy gordo. Mis amigos griegos me dicen que ahora ya no les podrán dar lecciones sobre las cuentas y las estadísticas falsas... Pero es un hecho dramático, muy serio: ha caído un cimiento fundamental de Europa, y eso va mucho más allá de la calidad de los coches alemanes. Antes todos pensábamos: los alemanes son serios, dicen la verdad... Es cierto que hay una gran diferencia con los griegos. El consejero delegado ha dimitido de inmediato. Funciona la rendición de cuentas. Y eso es también Alemania. Es como si todo estuviera en revisión. La gente dice que los alemanes son muy cerrados. Pero recordemos el apoyo popular a la decisión de aceptar a casi un millón de refugiados. Eso no es fácil, Alemania no es un país de inmigración como Estados Unidos. Y por cierto, Donald Trump podría ganar las elecciones en varios países de Europa del Este. Lo importante es que todo lo que parecía fundamental, todo lo que formaba parte de nuestra esencia, ha cambiado o va a cambiar. Pienso mucho en eso estos días. En 1989 yo tenía 24 años y el comunismo parecía sólido como una roca, iba a durar para siempre. De repente se cayó, y entendimos cómo es de frágil el mundo. Esta última crisis europea es lo mismo: alemanes, franceses, suecos han vivido 50 años fuera de la historia, en una estabilidad sin precedentes. Y ahora sabemos que todo es posible, incluso que VW mienta como una pequeña empresa griega. Antes, para comprarte un coche alemán, no pedías una inspección. Ahora habrá que pedirla. Al mismo tiempo, Oriente Medio y Siria nos enseñan los límites de lo que se puede hacer y no hacer. Un veterano diplomático estadounidense dijo ayer en una charla: “Invadimos Irak y salió mal. En Libia no ocupamos y salió mal. En Siria no intervinimos y salió mal”. Ya no se trata de elegir entre la buena y la mala decisión. Ya no estamos seguros de nada, y ese altísimo nivel de inestabilidad multiplica las paranoias. Pensábamos que la globalización de las democracias iba a consolidar la paz en el mundo; no parece el caso. Pero sí hay un despertar político global: en 20 años, millones de personas que no participaban en política han entrado en ella, reclaman sus derechos, exigen más justicia. Y eso está teniendo las dimensiones de una catástrofe natural... 
- El mundo cambia a una velocidad impresionante. ¿Avanza o retrocede?
En 1980, una encuesta descubrió en Nigeria que no había conexión entre felicidad y riqueza. Hoy esa percepción ha cambiado radicalmente. En Nigeria en los años ochenta no tenían televisión, no sabían cómo vivían los alemanes, los ricos. Antes nos comparábamos con el vecino, ahora todo el mundo se compara con el vecino que ve en la televisión. Vivimos en la dictadura de las comparaciones globales. Los problemas son nuevos y las desintegraciones son muy distintas. Pero no podemos pensar que Europa está equivocada. Los estados nación están más equivocados. ¿Cómo podrán los pequeños estados enfrentarse a ese mundo gigantesco? ¿Realmente Cataluña y España estarán mejor separadas? ¿Y Hungría piensa de verdad cerrar las fronteras y largarse de Europa? ¿Qué van a hacer, matar a miles de refugiados en la frontera? ¿A cuántos estarían dispuestos a matar? La retórica está muy bien, pero si les preguntas "¿qué haréis?", todas las opciones radicales se paran. Estos días he estado comparando el programa económico de Syriza con el de Mitterrand de 1981. Mitterrand estaba a la izquierda de Tsipras. Nacionalizaciones de la industria pesada… Cosas que Syriza nunca haría. Es curioso: mantenemos sentimientos y actitudes radicales, en ausencia de proyectos radicales.
- Quizá porque el marco de referencia ha girado a la derecha? Varoufakis, que disiente radicalmente del sistema, ha sido eliminado...
Todo el mundo tiene miedo a caminar solo. Varoufakis dijo que estaba preparado para volver al dracma. No sé si lo estaba o no, aunque tiendo a creer que solo estaba dispuesto a echarse un farol con los europeos. Hay dos tipos de “No hay alternativa”; uno es “podéis cambiar de gobierno, pero no cambiaréis la macroeconomía. El déficit es como los derechos humanos, y lo incluimos en la Constitución". La otra versión es China o Rusia: "Podéis cambiar nuestra política económica, pero no cambiaréis el gobierno". Eso supone una gran transformación. Durante la guerra fría se excluía del debate la política de seguridad. Recordemos los misiles en Alemania en los años 80: demasiado importante para dejar decidir a los electores. Ahora es la política económica la que está fuera del debate. No tanto porque el marco haya virado a la derecha, sino porque las sociedades han perdido la palanca de los ricos. Cuando los ricos eran dueños de las tierras, no podían marcharse. Tenían que negociar con los campesinos. Ahora, cuando los inversores se sienten mal en un país, se van a otro. La movilidad de las élites hace imposible aplicar políticas de izquierda. Hollande prometió gravar con un 70% de impuestos a las grandes fortunas. Ganó, pero se dio cuenta de que los ricos se iban a ir y se echó atrás. Vivimos la crisis de la interdependencia, y esa es la tragedia de la UE. Lo mejor es que somos interdependientes, y a la vez es lo peor. Rusia: creíamos que cuanto más dependiéramos del gas, más difícil sería un conflicto militar. Pero sucede, les sancionamos y nos hacemos daño a nosotros mismos. Todas las crisis acaban convirtiéndose en nuestra crisis. Libia: si vas, generas refugiados; si no vas, también...
- ¿Podemos seguir siendo sociedades democráticas con tanta interdependencia?
Eso es lo que hace tan profunda esta crisis. Interdependencia es lo que queríamos para huir de las guerras, del tribalismo, del nacionalismo. Cuando la alcanzamos, vimos que tiene su lado oscuro. ¿Es mejor regresar a lo anterior? Un libro de historia descubrió que cuando los agentes en juego tienen una visión optimista del futuro, la interdependencia económica supone paz. Y que cuando la visión de los actores es negativa, la interdependencia económica se convierte en fuente de conflicto y guerras. Estamos en esa encrucijada.
- ¿Apostaría por la ruptura de Europa?
Me gusta la gente que piensa que nos estamos yendo al infierno. Pero prefiero pensar que el infierno no es la única opción. La suerte es que hay una dinámica positiva: por primera vez, a causa de la crisis actual, los individuos europeos hemos sentido que somos europeos de una forma no retórica, sabemos cuán dependientes somos de los otros europeos. Los españoles han entendido que deben estar más atentos a Merkel que a su propio presidente. La crisis de los refugiados prueba que la mejor forma de manejarlo es entre todos. No sé si la solución es una Europa federal, pero creo que vamos hacia una comunidad basada en una solidaridad menos retórica. Es verdad que no parece haber alternativas. Volver a un pasado de Estados desconectados no debería ser una alternativa factible. El problema es cómo regular las conexiones. Pero no creo que podamos permitirnos volver al pasado.

27S15

27S15
¡VISCA LA DEMOCRACIA!
¡¡VISCA CATALUNYA!!
¡¡¡VISCA LA REPÚBLICA!!!

sábado, 26 de septiembre de 2015

INDESINENTER



INDESINENTER

(Salvador Espriu - Raimon)

Nosaltres sabíem
d'un únic senyor
i vèiem com
esdevenia
gos.
Envilit pel ventre,
per l'afalac al ventre,
per la por,
s'ajup sota el fuet
amb foll oblit
de la raó
que té.
Arnat, menjat
de plagues,
sense parar llepava
l'aspra mà
que l'ha fermat
des de tant temps
al fang.
Li hauria estat
senzill de fer
del seu silenci mur
impenetrable, altíssim:
va triar
la gran vergonya mansa
dels lladrucs.
Mai no hem pogut,
però, desesperar
del vell vençut
i elevem en la nit
un cant a crits,
car les paraules vessen
de sentit.
L'aigua, la terra,
l'aire, el foc
són seus,
si s'arrisca d'un cop
a ser qui és.
Caldrà que digui
de seguida prou,
que vulgui ara
caminar de nou,
alçat, sense repòs,
per sempre més
home salvat en poble,
contra el vent.
Salvat en poble,
ja l'amo de tot,
no gos mesell,
sinó l'únic senyor.

(1967)

"BALTASAR GARZÓN, LLAMAZARES Y TALEGÓN APREMIAN A LOS PARTIDOS DE IZQUIERDA A CONFLUIR EN UNA SOLA LISTA"

http://www.infolibre.es/noticias/politica/2015/09/24/los_firmantes_del_manifiesto_por_confluencia_convocan_los_partidos_acto_

jueves, 24 de septiembre de 2015

Cambalache cantado por Carlos Gardel




Tango Cambalache con imágenes del Siglo XX

Letra y música de Enrique Santos Discepolo (1935)

Que el mundo fue y será una porquería
ya lo sé...
(¡En el quinientos seis
y en el dos mil también!).
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublé...
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos...

¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!...
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
No hay aplazaos
ni escalafón,
los inmorales
nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
¡da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón!...

¡Qué falta de respeto, qué atropello
a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!
...

EL BLOQUEO A CUBA OBSTACULIZA EL DIÁLOGO

El bloqueo a Cuba obstaculiza el diálogo

Manuel E. Yepe

Tardó casi medio siglo el gobierno de Estados Unidos en reconocer públicamente la improcedencia del bloqueo económico, financiero y comercial que la élite del poder estadounidense aplicó contra los cubanos como castigo por la osadía independentista de haber depuesto el sistema neocolonial impuesto a Cuba tras la ocupación militar de 1898, como modelo alternativo al directamente colonial que impuso en Puerto Rico, la otra nación americana que cayó en su férula tras la guerra que libró contra España en pos de los restos de su imperio colonial.


El 17 de diciembre de 2014, simultáneos anuncios paralelos de los presidentes de Cuba y Estados Unidos informaron de su decisión de iniciar un proceso hacia la normalización de los nexos entre los dos países, comenzando por el restablecimiento de las relaciones diplomáticas.



El presidente estadounidense anunció que solicitaría el levantamiento del bloqueo al Congreso por cuanto no estaba entre sus prerrogativas la facultad de hacerlo, pero declaró así mismo que estaba dispuesto a adoptar medidas modificativas de aquellos aspectos del asedio que estaban legalmente a su alcance.



Era de suponer, no solo por los cubanos sino por todos los pueblos y gobiernos del mundo que cada año se han venido identificando con el clamor global contra el injustificable crimen de lesa humanidad que representa el asedio a la isla, que a partir de tales compromisos todo marcharía en la dirección correcta.



Sin embargo, el día 16 de septiembre el canciller cubano declaró que las enmiendas que estaban siendo adoptadas por Estados Unidos eran absolutamente insuficientes, no solo por su magnitud y su alcance, sino también respecto a todo lo que pudiera lograrse si el Presidente hiciera uso de las facultades ejecutivas que posee.



Después del 17 de diciembre de 2014 se han mantenido medidas recrudecedoras del bloqueo; las multas millonarias contra bancos y otras entidades supuestamente involucradas en transacciones financieras internacionales cubanas; la prohibición que sufre Cuba de exportar e importar productos y servicios hacia o desde Estados Unidos o de usar el dólar estadounidense en su actividad comercial ni tener cuentas en esa moneda en bancos de terceros países. Medidas estas, junto a otras vigentes, que siguen causando graves perjuicios a la economía cubana, limitan su desarrollo y causan privaciones que influyen en la salud y el nivel de vida de la población.



Cuba presentará ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, como lo ha hecho en los últimos 23 años, la Resolución “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba”.



A tal efecto el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba elaboró un informe a la comunidad internacional en el que refleja en apretada síntesis las afectaciones resultantes de la aplicación de la política de bloqueo desde abril de 2014 hasta abril de 2015, período en el que, a pesar de los anuncios del 17 de diciembre, se observa claramente cómo la injusta y cruel política de bloqueo persiste.



A pesar del nuevo escenario, en el período se ha mantenido el recrudecimiento del bloqueo en su dimensión financiera y extraterritorial, lo cual se evidencia en la imposición de multas millonarias contra bancos e instituciones financieras, como resultado de la persecución de las transacciones financieras internacionales cubanas. La exclusión de Cuba de la espuria lista de Estados patrocinadores del terrorismo internacional, el 29 de mayo de 2015, a la que nunca debió pertenecer, no afecta al resto de las leyes y regulaciones que componen el bloqueo, continuando el asedio financiero a Cuba.



Cuba todavía está impedida de exportar e importar libremente productos y servicios hacia o desde EE.UU., no puede utilizar el dólar estadounidense en sus transacciones financieras internacionales o tener cuentas en esa moneda en bancos de terceros países. Tampoco se permite a la isla acceder a créditos de bancos en Estados Unidos, de sus filiales en terceros países y de las instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En consecuencia, puede afirmarse que el bloqueo es el principal obstáculo que persiste para el normal desarrollo de Cuba en todas las esferas de la vida económica, social y cultural, así como para el normal desempeño de sus relaciones internacionales.



- Manuel E. Yepe:  http://manuelyepe.wordpress.com/



ALAI AMLATINA, 23/09/2015.- 

miércoles, 23 de septiembre de 2015

IZQUIERDA SOCIALISTA DE BENIDORM


No pueden arrebatarnos 35 años de historia, tampoco van a conseguir silenciar nuestra voz, IS solo hay una, la de siempre, los usurpadores pese a contar y prestarse a ejecutar las directrices indicadas desde las direcciones órganicas, no conseguirán su objetivo.




El 26 sábado presentan estas jornadas en Benidorm usurpadores de las siglas y de la identidad de la corriente de opinión Izquierda Socialista del País Valenciá y de Izquierda Socialista de Benidorm. 


Lo peor no es eso, sino la connivencia con el sec Gral de Benidorm, el silencio del Sec de Organización de la Provincia y peor aún del Sec de Organización de País, todos al corriente de esta usurpación.....dándose el «quien calla otorga».

Lo peor es que no les importa ni que esto ocurra ni que la militancia histórica se pierda — con Jose Luis CalvoRafael Garcia Meseguer y Andrés Perelló.




"SIRIOS EN VALENCIA"

"SIRIOS EN VALENCIA"
Manuel  Mata es portavoz del grupo socialista en el Parlamento Valenciano y miembro de Esquerra Socialista del PSPV
En verano, la orilla del Sena quiere parecerse a una playa. Hay arena, duchas, juegos infantiles, bares y gente en bañador; pero no es una playa. Cuando la crisis de Calais, el pasado agosto, debajo de un puente renombrado había decenas de tiendas de campaña, cuerdas con ropa tendida y jóvenes africanos jugando al fútbol con cualquier cosa redonda que pillaran. Decenas de voluntarios de Cruz Roja les atendían. Al atardecer, acudían jóvenes franceses a enseñarles los rudimentos del idioma. Con papel y bolígrafo, como armas, luchaban contra el abandono.
Seremos ciudad de acogida, comunidad de acogida. Al parecer, el ayuntamiento prevé que el primer contacto con esta tierra sea en el edificio “Veles i vents” . Un gran mirador, plagado de terrazas, diseñado para seguir los entresijos de la America´s cup 2007 será el primer centro en el que se atenderá a los refugiados sirios. Nadie en aquellos días de glamour exultante, de exhibición obcena, de excesos sin fin, podía imaginar un uso de ese calibre para tan peculiar edificio.
La ocasión lo justifica. Cada día en el mundo 42.500 personas tienen que abandonar sus hogares y huir de una guerra. Guerras que se suceden entre protagonistas parecidos, con apoyos parecidos, de las que se beneficia siempre el oscuro mundo de la industria armamentista. Más de sesenta millones de personas son refugiados, un país errante en direcciones múltiples, mucho más poblado que España. Solo pueden recalar en ciudades.
Nos dicen que el ayuntamiento está recibiendo una avalancha de solicitudes de colaboración por parte de nuestros convecinos. Ciertamente será difícil canalizar tanto impulso colaborador.
Ada Colau, Anne Hidalgo y Sypros Galinos, alcaldes de Barcelona, París y Lesbos, a los que se han ido sumando los de A Coruña, Cádiz, Zaragoza, Santiago de Compostela y otras que llegarán, han hecho público un manifiesto “Nosotras, las ciudades de Europa”. Recuerdan que durante años los gobiernos han destinado la mayoría de fondos a convertir Europa en una fortaleza y que ahora las ciudades están preparadas para ser lugares de acogida y dar la bienvenida a los refugiados. Las ciudades no quieren caminar solas, necesitan ayuda, de dentro y de fuera; principalmente de los mismos gobiernos que les negaban el pan y la sal hasta que una foto desveló sus miserias.
El conflicto sirio tapa el ucraniano como éste tapó el eritreo o aquél el iraquí. La barbarie no cesa. Llegamos a la luna, hablamos con una persona a miles de kilómetros por un chisme pequeñísmo o curamos el cáncer pero somos incapaces de llevar paz a la humanidad. Podemos ver desde google cualquier punto del planeta pero somos incapaces de frenar guerras, masacres de inocentes y genocidios.
 El autobús estaba a punto de llegar al cruce de Islas Canarias con Eduardo Boscá. Una señora, entrada en años, le dijo a su vecina que iban a llegar a Valencia una barbaridad de sirios y que eso era una vergüenza. -Nosotros no somos ricos y no estamos para acoger a nadie- Le recalcó. La vecina la miró con una mezcla de desdén e ironía. Abrió el bolso y sacó un libro de bolsillo, “Cometas en el cielo” de Khaled Hosseini. –Tenga, léalo. Es una historia que le le hará entender que lo que ha dicho es una barbaridad. ¡Se lo regalo!-
Colaboración Levante-EMV 15/9/2015